miércoles, 27 de febrero de 2013

Sky Deeper.


Por momentos me siento vacío, por otros no tanto, oscilo entre varios estados y caigo en el limbo eterno, aún así, salgo, me levanto, camino, caigo, me arrastro, lloro, corro y vuelvo a resurgir, pero cada vez más frío y estéril. Parco y distante, así me vuelve la vida, una columna de concreto en invierno, escaso corazón, y sin materia gris colapsada, aún así, sostengo en que tendría que cerrar mi pecho y bloquearme a la gente. Ya me casé de las caídas. 

sábado, 23 de febrero de 2013

Verónica.


Puede entrar mi corazón en mi puño, hasta podría aplastarlo si quisiera. Podría entrar en el laberinto infinito de las preguntas y quedarme en ese espacio tiempo indescifrable, hasta podría enterrarme vivo para tragar tierra hasta morir, pero, en el punto máximo de mi liberación mental, caigo hasta el fondo de mis sentidos para poder desenterrar mis huesos machacados y reconstruir a la persona que ahora está escribiendo y que no tiene aliento para mover las piernas y salir a luchar.

Con tan poco puedo desmoronarme, pero con mucho puedo salir, si hay algo que me gusta de mí y que se podría decir que es mi fuerte, es que siempre me la juego por todo, no dejo nada en el cuarto de las síntesis, simplemente me tiro, me lanzo hacia esa corazonada que cada día es más fuerte. No me gusta dejar las cosas por perdidas, prefiero jugarme el mundo entero por lo que pienso y siento. Podría salir muy lastimado, pero a la vez, no, podría salir ileso o con pequeñas marcas.

Capaz leo esto en un par de meses y me arranco la cabeza, pero hoy siento esto, y cambié de horizontes, siento que estoy comenzando a vivir de verdad y de cero, en otro mundo, con otra vida y con otro entorno. Será muy duro, lo sé, pero creo que tengo que pasar por eso, y ser fuerte para afrontarlo y ver el horizonte cada vez más cerca de mi rostro. Ésta vez voy a dejarme caer, cierro los ojos y me lanzo al abismo.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Abriendo.


De mis pasos.

¿De dónde puede sacarse ese desprecio? Se preguntó con una lágrima en el ojo. Creo que con el mayor de sus dolores, pudo gritar tan fuerte que hasta el ser más alejado del universo lo escuchó. No es una buena decisión, honestamente creo que no, porque en una galaxia tan difusa como ésta, las palabras son las de mayor impacto.
Su cerebro explotó en millones de partículas y su sangre se licuó por completo. En éste momento se preguntó si lo que le pasa es karma o simplemente una vuelta del cosmos. A veces es mejor explotar y otras, sacarse el corazón con un tenedor y tirarlo a la basura.
En éste momento, honestamente quiero llorar, no siento otra cosa más que eso, y de dar un cierre y empezar de nuevo con otra gente y en otra tierra.

martes, 19 de febrero de 2013

City Lighter.


A veces gritando nos entendemos todos. Muchas otras nos cuestionamos si estamos hablando con el mismo código sonoro, o simplemente con palabras parecidas pero con distinto significado. Solo podemos correr en círculos hasta que nos estrellemos con una pared, no es la misma, simplemente la mía es de concreto. A veces siento que en la cabeza tengo mucha arcilla seca, porque simplemente siento que me pesa y se me caen las ideas. Las que provienen de mí, no son como las que podrías llegar a pensar, simplemente un escape de marginalidad elocuente que escapa de mi misma percepción y aniquila mis sentidos. Ya no se me erizan los pelos de la piel o del brazo, y ya no se como voy a hacer para poder vivir tranquilo, sin que mi cabeza me juegue otra vez una mala pasada, capaz tenga que depender otra vez de pastillas o simplemente destrozarme los sesos hasta licuarlos.

Entre todo éste mundo dibujado precariamente pude encontrar una pequeñita luz que brillaba en el horizonte, y así, pude llegar hasta éste punto que siento que ya no tengo ni pies ni cabeza, porque perdí mi instinto para alejarte y para poder correr cuando el estómago empieza a digerir mi organismo. En parte me siento equivocado, pero en otro punto de mi ser, creo que podría aguantar un poco más, no suelo rendirme fácil o dejar que se pierda en el medio de la oscuridad. Te entiendo, aunque me duela la cabeza, te entiendo, y entiendo más de lo que algún ser vivo pudiera asimilar. Siempre me tiré al río sin mirar, porque luché y lucho por todo lo que creo posible. Mi margen de error puede ser una constante línea curva que marca toda mi carne, pero de ella misma aprendo.

Si, pudiese escoger, creo que volvería a caer en el abismo sin fin y escuchar como mis huesos se rompen en el suelo. Nunca me destaqué por la inteligencia, pero si por jugar hasta mi última ficha, tal vez sea suicida, en el fondo, mis tripas gritan piedad y me elevan en un mundo de equilibrio constante para doparme la cabeza y dejarme seguir, pero puedo huirles, y también explotar en millones de partículas.

En fin, sigo acá, parado, capáz sin poder [querer] irme;

viernes, 15 de febrero de 2013

Maquillaje, maquillaje, no lo necesito.


Quiero ahogarme en el mar. Desaparecer con la corriente y no dejar rastros de nada. Ser una incógnita en el mundo y que nadie me recuerde.
No quiero dejar huellas ni tampoco recuerdos, solo quiero formar parte del anonimato y no existir más.
Es algo que siento hace tiempo, me puja en el cerebro y me taladra el pecho, no le encuentro salida, me fui “lejos”, pero acá estoy hundido, pero no muerto.
Necesito superarme o destruirme.

jueves, 14 de febrero de 2013

Uruguay 14 de febrero del 2013.


Es extraño, extraño escribir desde otro lugar del mundo que no sea mi casa, mi cuarto mi espacio, se siente diferente. Acá estoy, en Uruguay, actualizando mi blog, con tantas cosas que contar, con tanto que cruza por mi cabeza, con tantos sentimientos raros o momentos desenfocados. La vida me enseña que siempre de todo se aprende y que uno tiene que recorrer su camino sin expectativas de nada, como ir en blanco y auto completarse en el momento, no adelantarse a nada. Eso es vivir, difícil, porque la mente va más allá, tiene vida propia, y cuesta controlarla.

Que se yo, en éste lugar me siento en paz, tranquilo, quiero quedarme a vivir, ser parte de él, pero a la vez no, encuentro mucha soledad acá. Aunque la idea de empezar de cero me seduce mucho más de lo que me iba a imaginar. Es cuestión de ver que me depara el futuro.

Siento enormes ganas de abrazar, pero a la vez de cerrar un ciclo, sueños que me dicen más de lo que querría escuchar, pero debo tratar de disfrutar el momento y dejarme llevar, capáz el problema pase por mí, en realidad, sí, pasa por mí, el problema siempre soy yo y mi cabeza. Como siempre, vuelvo a caer en el círculo infinito de la depresión mágica. Ahora siento no se, ganas de irme corriendo, y es ahí donde digo que acá hay mucha soledad. Tengo que dejar de idealizar situaciones. No se, con éste viaje me di cuenta de muchas cosas que estaban frente de mi cara, no lo tomo como algo negativo, es un cable a tierra quizá o tal vez sea una forma de conocerme, me gustaría madurar, siento que tengo cosas muy inconclusas todavía, no me gustan, porque me hacen estrellar con una pared de concreto. Por momentos, siento que la historia se vuelve a repetir, caigo, vuelvo a caer, pienso que la gente es más de lo que mi cabeza me muestra, ese es mi error, ver más allá, y en realidad, la gente es menos de lo que pienso, es tan individualista, no entiendo.

Me cuesta horrores estar con alguien, no puedo, siento que me enredo con esa persona y no me gusta, no estoy siendo distante. Me gustaría cosificar a las personas, todo sería más censillo, me cuesta mucho disfrutar del momento, porque me siento uno más del montón, y es normal eso, uno no puede ser especial siempre. Pero bueno, prefiero estar en el momento y fue, aunque dejar todo en un recuerdo, duele, duele porque es archivarlo y no vivirlo más.

Por ahora el viaje viene siendo MUY positivo, la verdad, la estoy pasando bastante bien y me estoy despejando un poco la cabeza y aclarando otras vueltas de mi vida. Espero algún día amigarme conmigo y que podamos convivir como una buena familia.

domingo, 3 de febrero de 2013

Frail.

que la había declarado perdida. Con el fin viene un comienzo, un nuevo amanecer de almas perdidas.  Puedo caer muy bajo, llegar incluso hasta el fondo del abismo, pero aún así puedo salir. Siento que en un punto máximo de mi vida, llegué a ver el otro lado del mundo y hasta creí haber descubierto mis códigos, era una visión fantasma que vagaba en mi inconsciente.

Creí haber pactado con la amistad eterna, pero nuevamente el destino me pone una venda en los ojos y me suelta en la calle para palpar personas. Casi un amor ciego que te bloquea la realidad y te deja caer. Como una caída libre me deslizo por el tiempo hasta aterrizar sobre agujas y dolorosamente ver mi realidad.

Camino entre sueños constantemente, pero nunca dejo que ellos caminen sobre mí, separo mis realidad, evito caídas fulminantes, pero cada tanto, los códigos se