Puede ser una boludes, pero haber llegado a esa decisión me hace doler mucho
el alma.
Me apena que todo se haya ido hasta el mismísimo fondo del abismo, pensé que
eras diferente, creí que se podía hablar, que era posible desarrollar una
conversación sin que todo estalle en nuestras caras, te tuve como una persona
madura y bastante centrada, todo éste tiempo fue así, pero, hoy, me di cuenta
de todo lo contrario y, honestamente me decepciona, me pone muy triste, porque
me dolieron las cosas, tus cosas, tus palabras. Cada día que pasa, me convenzo
más de que mi cara de piedra es un escudo para personas parecidas a vos y a tu
entorno, que, lamentablemente cada día se me clavan en el pecho como estacas de
maderas llenas de espinas. Es un dolor constante el que siento, el que me hacés
sentir. No depende de mí, hice lo mejor que pude, lo mejor que salió de éste
cuerpo marchito por la vida, por la gente, por la sociedad, y en parte eras
conciente de mi escudo, y aún así, me heriste, capáz por venganza o por
despecho, la cuestión es que ahora estoy en el piso lamiendo mis heridas para
poder surgir y ser una persona nueva. Para que eso se pueda llevar a cabo, necesito
limpiarme de vos, de tu cara, de tu voz, de tu olor, de tus ojos, no puedo
verte por el momento, porque sería violento, un choque violento y mortal para
mí. Cuando uno se decepciona con ésta magnitud, lo único que piensa es en
querer morirse, porque no creo poder superar otra cruz de la vida como ésta,
porque el pecho me duele, el corazón me sangra y mi cerebro se apaga con cada
bombeo de sangre. Siento hoy que tengo que partir hacia algún lado, quizás
sea un viaje cósmico apartado de la realidad o por ahí sea más real que el
dolor presente.
Siento que ahora estoy en llamas y carbonizado, pero se que pronto saldré a
flote, porque siempre lo hice y si hoy tengo 24 años, fue gracias a mí y a mi
cara de culo, que le agradezco eternamente por haberme alejado de tanta gente,
ésta cara que hoy criticas junto con gente que ni siquiera sabe mi nombre, ésta
cara que a partir de hoy, me va a proteger de personas como vos y tu alrededor.
Siento mucho esto que escribo, pero necesito exorcizarlo, porque sino, voy a
terminar pudriéndome por dentro y la verdad, siento que tengo un largo
recorrido por cruzar y afrontar.
Aún así, te quiero, te quiero pero no del modo que vos quisieras, te quiero
como un ser que me hizo aprender, que me dio otro vistazo de vida, y que
lamentablemente hoy decide alejarse. Capás más adelante podamos crear un
vínculo, Dios así quiera, pero hoy, lo veo difícil, estaré abierto al diálogo
siempre, porque aún así, sos un ser especial para mí, no te guardo rencor ni
odio, te guardo un profundo cariño que espero no seques y destruyas, porque es
de a dos, y de tu parte ya cortaste el agua, solo quedo yo para sembrarlo y
evitar que se contamine como hicieron con vos. Creo que deberías fijarte con
quien te juntas, tenés personas venenosas y me refiero a una en realidad.
Con todo el dolor del mundo, éste será el último escrito que te dedique en
mi vida, a partir de ahora, seré un árbol de sangre en constante reparo.
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