Y un día te escribí una canción bajo la sombra de un gran árbol,
en una tarde de enero y frente a un basto mar, para poder decirte que aún aquí
siempre te encuentro. Y aún así, escribirte podría llegar a ser un lindo gesto
de mi parte, porque es cuando te remonto a mis pensamientos con cada letra que
te dedico. Podría pedirte más, pero sería estúpido, porque ya es mucho lo que
das y te estaría inmortalizando para que un sin fin de veces logres volver y
entrar por mi ventana.
Aún no me resultás fácil, pero te aseguro que entre tantas
estrellas, te logré ubicar en un mar de constelaciones donde todas acaparan mi
atención, porque cualquier cosa que pudiese sentir, estaría plagada de miedo,
porque es digno de mi, pero aún así, logré superarme, y eso, pude hacerlo desde
el primer momento que entraste a mi mundo para demostrarme que tan solo mi vida
se encontraba atrapada en un mundo tan contaminado que estaba convirtiéndome en
uno más.
Y éste día te escribí una canción, bajo la sombra de un gran
árbol, en una tarde de enero y frente a un basto mar, para poder decirte que aún,
entre tantas idas y venidas, siempre te encuentro. Escribirte podría llegar a
ser un lindo gesto de mi parte, porque es cuando viajo hacia mis pensamientos y
te retrato. Podría pedirte más, pero sería estúpido, porque ya es mucho lo que
me das y te estaría inmortalizando para que un sin fin de veces logres volver y
entrar a mi mundo como si no hubiera otra cosa más.
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