martes, 22 de octubre de 2013

Crazy Stoned World.

Una pequeña lucecita que se va esfumando por el cosmos, por entre tantas estrellas que puede verse como una más del resto. Por más que desaparezca, algo queda, una marca, un hueco, un espacio donde completar sería una acción casi tan común como la de desterrar. Pero es imposible rellenar ese mismo lugar. Casi tan inigualable como de poder replicar, ante tanta soberbia se puede plasmar un pequeño logro, una pequeña huella.

Y sin más que una vida, se puede marchar por el universo tan lentamente que nadie notaría su ausencia, el frío nos convierte en personas cada vez más alienadas de la naturaleza o quizá más cercana a ella. 

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