miércoles, 21 de julio de 2010

S.E.X.


¿Qué puede sentir una persona?
En realidad, la respuesta a nadie le importa, al menos a alguien en especial.
Pero, ahora me pregunto: ¿Qué es lo que hace que alguien se comporte de una forma en particular?
La respuesta a esa pregunta al menos a mí sí me importa. Porque el entender a los demás mi cabeza se abre a varios caminos.

Particularmente no se lo que habrá sentido o qué obligó a que actuara de esa forma, pero lo que sí se, es lo que ocurrió, en base a eso, puedo sacar mis propias conclusiones y hasta también pegarle una personalidad y hasta etiquetarla. Está muy claro todo, es un ser frío, con un corazón de hielo y hasta podría llegar a decir que es un androide con una sola función. La palabra reproducción y amor no entran en su vocabulario pero ‘sexo’ es algo que encaja muy bien.

Cuando alguien, no importa el género, se convierte en una persona que solo tiene sexo y los demás pasan a formar parte de un simple decorado, creo que algo no anda bien en el interior. Eso es lo que le pasaba en su momento, utilizaba a los hombres como máquinas de producir placer y los sentimientos eran arrojados a un tacho como condones usados, lo que sus víctimas jamás se esperaban era que, jamás volverían a toparse con esa persona, cuya presencia era muy arrolladora e incluso hipnótica.

Parecía que tenía todo muy bien controlado, ya que, como dicho androide, solo un botón lo separaba de la realidad que, evidentemente le importaba muy poco, hasta que, un día sin previo aviso, alguien cruzó esa franja que lo separaba del mundo y el placer, pero, ese alguien estaba hecho de la misma madera o metales y por ende, utilizaba a las personas como pequeños títeres. Ahora si, estaba en problemas, porque por primera vez, logró descongelar aquel corazón helado pero ahora el problema pasó a otro plano, si, ahora la chatarra inservible se había convertido en si mismo, claro, ahora las cosas se había invertido. ¿Qué hacer cuando el otro te ve como un objeto sexual y no como persona? Honestamente no lo se, tal vez ¿Actuar de la misma forma?, eso podría ser complicado en el caso que uno se acostumbre a ser así.

Ahora todo era frío, y las cosas cada vez perdían más y más valor, sentido incluso, ya nada importaba, En la cama era una persona con el cuerpo ahí, pero la mente en otro planeta, actuaba por inercia, estaba tan programado que los movimientos no dependían del impulso cerebral, se podría decir que su cerebro no estaba en plena función. Pero, luego, al término del encuentro, su mente se encendía y ahí pasaba factura, la culpa invadía el cuerpo, ese sentimiento de frivolidad cada vez era más fuerte y a su vez congelaba a su cabeza. Es así como se entra a un camino tan helado que nada tiene sentido, ni hasta el sexo [la debilidad de muchos], tiene sentido y el placer pasa a ser algo tan mecánico que pasa hacerle daño.

El sexo era lo único que ponía en marcha a su cuerpo, aunque fuera insignificante e incapaz de producirle placer. Es inimaginable eso, pero en realidad, no, porque era su realidad, a flor de piel, cada encuentro era así, cada persona era simplemente un número. No existían individuos, no existía ni su mente, y el sexo, era solo sexo sin sentido, sin placer, sin deseo sin nada, estaba totalmente condenado o eso es lo que sentía. Sin salida, deprimido, ahogado, desolado, ya no tenía un mínimo incentivo. Así es como esa persona iba perdiendo batallas tras batallas y su pequeña luz interna se apagaba lentamente.

No hay comentarios: