Nunca lo quise, nunca lo deseé, ahora sé lo que puedo obtener sin darme cuenta. Escuchar tu nombre a veces me hace flotar, flotar entre letras desordenadas que me hacen apagar la cabeza. Ni siquiera se como se llama el sentimiento, el que está desde el primer segundo de la mañana y el último del día. Ahora sé lo que puedo obtener sin darme cuenta, pero no sé si lo quiero, no era así como pensé que sería, realmente lo creí más dulce que amargo y más fuerte que débil, pero ahora sé lo que puedo obtener sin darme cuenta. A veces siento que te agarro, pero no, lo que sí se es que cada vez que te veo floto en el universo, no necesito respirar para vivir, ni siquiera necesito tener un corazón para sentir. Sería maravilloso creer que algún día te volvería a ver con aquella ilusión y sorpresa del primer día. Ahora sé lo que puedo obtener sin darme cuenta; no necesito pies para caminar, no necesito corazón para sentir y tampoco ojos para mirar, eso me hacés sentir, en eso me convertí desde el primer momento que te vi. No necesito placeres, porque en tu nombre encuentro cualquier indicio de satisfacción que necesito. Cuando te veo siento que camino en el agua, pero solo hablo desde el corazón, desde la tristeza más absurda del mundo, desde el amor no correspondido que te hace brillar en cada puesta de sol, pero que oscurece en cada noche sin Luna. No puedo describir el sentimiento, no puedo ni siquiera imaginarlo, no es real, no soy real, no quiero ser real, no quiero saber lo que puedo obtener sin darme cuenta, porque no darme cuenta me hace caer vos.
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