jueves, 12 de noviembre de 2015
DreamPump.
A veces, a la mitad de la noche llamo a casa,
simplemente para escuchar tu voz y sentirme en casa.
A veces, el problema real es que, no atiende nadie.
Y es cuando, honestamente, me siento solo.
Si, entre tantas canciones pudiera escucharme,
sentiría, que, detrás de tanta marginalidad emocional,
se encuentra un gran corazón bombeando,
esperando al verdadero amor.
Siempre tuve ganas de enamorarme,
pero, ahí es cuando nadie atiende el teléfono,
y caigo en cuenta, de que las cosas no se reclaman,
simplemente un día te llaman o contestan.
Si supiera, honestamente el momento exacto,
no estaría invirtiendo tanto tiempo en llamadas
que, no me devuelven el aliento, sino que,
MUY por encima de la realidad, me lo quitan.
Realmente a veces espero ese llamado,
o que alguien, a mitad de la noche,
me atienda el teléfono y me pregunte: ¿Cómo estás?
Porque, entre tanta perdición, no dejamos de ser humanos.
Disculpame si fui insolente, pero, necesitaba escucharte.
necesitaba escuchar tu voz, para volver a tener sangre.
Aunque, no sea la correspondida ni mucho menos la adecuada.
Pero, hoy, siento que no puedo respirar más.
No me dejes escapar, porque, no suelo volver.
Y no pierdas la oportunidad de tu vida,
porque, como el viento, no vuelve atrás
Y el arrepentimiento siempre queda.
Y las cosas más bonitas, siempre quedan.
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