martes, 30 de octubre de 2012

Goodbye To My Krasnoznamensk.

Antes me sentía a salvo en mi cuarto, si pasaba mucho tiempo fuera de él, comenzaba a sentirme raro, necesitaba ir corriendo y refugiarme dentro. Pero ahora no soporto estar ni dos horas acá metido, empiezo a desesperarme, quiero salir corriendo, irme rápido, lejos, partir sin rumbo alguno.
Lo peor de todo, es que, con la facultad, tengo que quedarme encerrado acá, y siento que cada semana me deterioro considerablemente.
No se que es lo que habrá pasado con él, pero ya no lo soporto, necesito irme, dejarlo por un buen rato.
Capás haya madurado o, quizás, haya cumplido ese siclo que tenía pendiente de mi niñez y "anhelo" de habitación (que nunca tuve), andá a saber que estará pasando por mi cerebro ahora.

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