Casi como un salvador llegaste a mi vida, como un meteorito a punto de impactar con la tierra. Sin pensar, sin saber aquel días ibas a llegar para sacarme, para rescatarme, porque entre tanto infierno y tantas serpientes que se enroscaban en mi cuerpo supiste llegar para sacarme.
Siempre recuerdo aquel día, cuando mi vida era un impasse terrible, cuando la gente parecía clavarme puñaladas en la espalda y todo se desmoronaba, supiste llegar para despejar mi vida. No encuentro otra forma de inmortalizarlo, porque es ahí cuando mi corazón explota en miles de rosas porque de éste lado tenés una persona incondicional que va a estar a tu lado hasta los confines del cosmos, y como una vez te lo dije: *sos la persona que quiero que esté siempre en mi vida*, no importa como, ni bajo qué formato, quiero que estés y que formes parte de ella.
Hoy despejo mi tormenta solo para recordar aquel día, porque fuiste el primer rayo de luz que vi después de tanta tormenta, de tanta gente fea que me traicionó o que me destruyó, hoy, estoy sobre un mástil observando todo desde muy alto, para poder comprender el porqué de las cosas y el porqué apareciste ese día en mi vida.
Gracias.
domingo, 4 de mayo de 2014
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